5.3.24

Nobody's here.

 Este es el resumen de lo que ha pasado:


Tuve un sueño donde todo estaba bien. Un día todo iba a estar bien.


Cuando Chuy entró a mi vida siendo un amigo, lo único que faltaba es que el alcohólico de mi ex se fuera. Todo parecía encontrar la forma de acomodarse: aquellas piezas del rompecabezas de mi vida empezaban a ponerse en su lugar.

Fueron momentos bellos. 


Aunque me dolía haber dejado a Lino, sabía que era lo mejor para mí. Ya no podía aguantar otro fin de semana cargando con él, con su alcoholismo, con las marcas en mis brazos, con sus groserías y humillaciones, con los gritos en su casa y los gritos dentro de mi cabeza. No había alegrías junto a él, solo estas vueltas de las manecillas del reloj que llamábamos vida.


Y cuando hizo click esa pieza, solo dejé de sentir por él. No más tristezas, no más angustias, no más momentos incómodos. Y eso lo hizo fácil. Incluso cuando recapitulé muestra relación y todos los puntos ciegos salieron a la luz, con sus infidelidades y su morbo hacia las demás personas, sin distinguir entre sexo, estatus, religión, ni siquiera en ese momento me dolió. Pero me dolía saber que iba a estar solo.


Y dejé entrar a Chuy a mi vida: a esta habitación en desastre pero con un cierto orden, algo parecido a mi habitación actual. Basta decir que lo que sucedió después fue haber convertido mi cabeza en la caja de Pandora, y Chuy la abrió. El punto donde el candado se abrió fue haber perdido a mi papá. ¿Cómo se atrevió a dejarme así en este mundo, sabiendo el caos en mí e ignorándome conforme pasaban los años?

¿Cómo se atreve?

Yo estaba sola, perdida, tratando de ser fuerte, fingiendo que no me desgarraba por dentro, siendo la que se ocupa de los demás, la que cuidó (precariamente) de los demás, olvidándome completamente de mí.

 Y me quedé. Me quedé cuando me hicieron a un lado, cuando me engañaron teiendo sexo en mi casa, en mi cama, junto a mis cosas, mínimo 3 personas antes de ver el primer vídeo de lo que se volvería el calvario de mi vida. 

Y me quedé.

Me quedé cuando me desgarraba por dentro, cuando las luces se apagaban pero no el llanto en mi cabeza, cuando Chuy me ignoraba pero sentir su piel junto a mí , totalmente obligado, disminuía el ruido en mí, Fui su amante, su compañera, su amiga, su niñera, la pseudo mamá de sus hijos, la cartera, la cocinera, la ama de llaves, la solución a sus problemas... Pero jamás un amor, aunque haya sido pequeño, mísero, casi imperceptible. Nunca.

Me quedé incluso al verlo llegar después del (quien sabe qué número habrá sido) vídeo siendo infiel. A este punto, ya me había aprendido los anteriores; cómo las sostenía de la cintura, cómo acariciaba sus pechos, cómo las jalaba del pelo y les besaba la oreja mientras dejaba salir su placer en ellas y ellas en él.

Muchas de las veces, ya llegaba él cuando no había mas lágrimas que derramar, cuando la boca me sabía a sal y tierra.


La gente me pregunta "¿Por qué eres tan delgada?"

¿Cuándo les voy a poder decir la verdad?

Hace años que dejé de comer. Quería ser delgada, tener el control de mí. ¿Quién iba a querer a una mujer sin curvas, rellena como manzana, con acné y malos cortes de cabello? Que al sonreír, dolía más el alma.

"Usted no quiere ser bonita", me dijo el dermatólogo. 

¿Cómo explicarle las miles de noches en un hueco del tiempo donde no dolía nada, y me encontraba ahí, como la señorita que siempre fui: cumpliendo órdenes y acabando actividades propuestas aunque no me gustaran, haciendo pozos en la piel, sangrando sin dolor, abriendo la piel cada vez con los utensilios menos adecuados? No importaba dónde fuera, si la cara, los brazos, el cuello, la nuca, el abdomen, el pecho, las ingles... Siempre encontré una justificación a cada acto violento sobre mí. ¿Cuándo paraba? Cuando la sangre manchaba completamente el lavabo. Y de ahí seguía aguantar semanas, meses, hasta que la piel sanara, porque tengo mi lenta cicatrización.


¿Por qué aguantaste tanto tiempo a Chuy?

Mi vida, si me aguanté semanas sanando a piel, escuchando gritos de muchachos en el camión, burlándose de mis heridas y del nuevo acné que salía... Si aguanté los golpes hasta que se cansaba... Si aguanté los episodios y su alcoholismo... Podría aguantar sin problema la semana en que Chuy era un imbécil y luego regresaba a portarse decente conmigo, normalmente porque necesitaba un favor de mí, algo económico o sexual, y luego regresaba a ser el imbécil de siempre, hasta que se le presentara una nueva conquista, y regresaba después de coger con ella como vil perro arrepentido con la cola entre las patas.


La comida sabe a tierra, durante semanas, meses, años. El día que enfermé pensando que era covid, alimentarme no fue difícil, la comida no tenía sabor desde antes.

"¿Qué quieres comer?" La eterna pregunta. "Lo que sea, de todas maneras no tengo hambre". Mentira.


¿Sabes el infierno de querer hacer algo y no tener la voluntad? Extraño los días buenos, la parte alta de la montaña rusa. Esos días donde bailo, canto, corro, vivo, como y sueño.

¿Alguna vez has tenido pesadillas? Imagina vivir con pesadillas. El insomnio es para no estar en ellas, para no soñar con la muerte que alcanzo y aun así me doy cuenta que sigo sola. Era mucho mas fácil estar despierta.

Pero luego estar despierta se volvió el mismo infierno.


Dejé que Gerardo entrara a mi vida. Encontraba paz, me abrazaba como si el mundo estuviera a punto de acabar pero no a su lado, a su lado nada malo ocurriría. Y lo que mi alma y cuerpo necesitaban lo encontré en él: me sentía deseada, cuidada, amada y protegida.

Quise explicarle las voces y la falta de voluntad, pero no encontraba cómo, y cada día se volvió más difícil.

Chuy sólo me demostraba lo abandonada que estaba y me dejé querer.


Soy un monstruo como Yael me llamó, 

un cáncer de la sociedad como Lino dijo, 

soy tan mala y tan cruel como Arlen y Chuy comparándome el mismo demonio con él y su peor evento vitalicio, 

soy tan mierda y ojete como Gerardo describió mi comportamiento,

me da asco tu persona, como Eduardo escribió,

eres tan inútil, egoísta y egocéntrica, como mi papá me decía en sus constantes enojos...


El universo sabe que traté de redimirme. Y eventualmente todos me dejaron.


Estoy sola. 


Incluso cuando el único que no se "fue" era Chuy, hoy que me siento tan mal en salud, tan sola en esta casa nueva, él no pudo escuchar un audio mío, uno que suplicaba que se quitara de la puerta de mi vida, porque nadie entra y nadie se queda.


Estoy sola.


Estoy sola.


"¿Qué pasaría si algo sucede conmigo? Nadie va a poder abrir la puerta. Nadie estará conmigo. Nadie."


Estoy sola.


No todas las cartas suicidas parecen cartas suicidas. Algunos son recuerdos en la pared, otros pueden parecer detalles quisquillosos en la comida, otros son cicatrices, otros son las miles de lágrimas derramadas, otros son escritos en un blog que nadie lee.


Seguramente volveré a escribir. Si no morí en sus manos ni en el fuego cruzado, un día de enfermedad severa no acabara con esta vida que desea encontrar el final. Solo quiero volver a soñar, con los ojos abiertos.