10.8.16

Leo, mi vida entera

Aunque me tardé en salir adelante, él nunca me dejó sola. Se siente como si se pudieran vivir varias vidas en una sola.

Hace 8 años nos conocimos, intercambiamos unas palabras, me enamoré a primera vista. Si tan solo pudiera regresar el tiempo y quedarme 30 minutos más a su lado, al día de hoy mi vida sería completamente diferente. No espero que lo entienda, es difícil para mí, recordar y desconocer a la persona que fui cuando empezamos a salir. 

Él se sigue mereciendo el mundo entero y yo soy la afortunada que vive a su lado, a quien le hace el amor, a quien le sonríe y le canta, a quien con un toque hace volar. Cada día que lo veo y me enamora. No me importa lo que los demás piensen, cuando lo veo creo que es lo más hermoso que he visto, el ser más precioso, mas brillante y espectacular. Es mi fantasía hecha realidad y lo amo tanto. Jamás me sentí tan parte de alguien. Él cambió ese sentimiento de que yo debía ayudar a las personas aunque pagaran con mala moneda. Me ha enseñado a esperar el amor, a sentirme amada, a que me valoren aun y cuando tengo días malos o cuando soy insoportable. 

Él me ha cambiado en todos los aspectos, cada día soy más quien era hace 10 años cuando la felicidad era mi vida y él una estrella fugaz en mi camino. Lo amé desde ese primer día, aquella mañana en ese verano, con su playera roja y sus manos en el teclado. Ningún encuentro pasado había sido tan perfecto como conocer a Leo. Luis lo dijo: Ustedes se vienen siguiendo desde vidas pasadas, esta es la última. Luis no miente. 

Leo es mi sueño hecho realidad, tan perfecto: Todo lo que le pedía a la vida, un ser lleno de conocimientos, hábil y apasionado, con una sonrisa para mí, con un sentido del humor envidiable, sin vergüenza, con el fuego quemando su piel, traspasándome, haciéndome temblar, derritiéndome con su voz, y su necesidad de besarme porque no vivimos por respirar, sino por esos momentos donde no existe el oxígeno ni el sonido, sólo su palpitar y mi corazón.