Te amé sin medida, sin importarme lo demás. Olvidé que podía tener amigos y vida propia, actividades que me hicieran feliz, sueños que cumplir.
Ahora me doy cuenta que vivía estresada por si el celular sonaba y dejaba de respirar si no contestaba. Tenía miedo de que alguien me sonriera o me hablara porque conocía tu coraje. Me angustiaba saber que ya te habías enojado y no podía calmarte. Quería hacer muchas cosas pero ni siquiera empezaba porque sabía que ya no tendría total disposición de tiempo para ti. Me perdí de muchos días de vida por hablar contigo buscando soluciones a problemas inexistentes. Perdí las ganas de disfrutar y de vivir.
Pero no todo fue malo. Tuvimos momentos maravillosos, la confianza que jamás volveré a tener en alguien, las sonrisas cuando te ponías chipil, la risa que nos daba por las estupideces que suelo decir, los besos apasionados y los miles de besitos al vernos o al despedirnos. Las travesuras de esconderme en tu casa para que tus padres no me encontraran, de pasar la noche sin que se dieran cuenta, de fingir hacer actividades mientras estabas conmigo. Los ratos en los que nos íbamos a comer o al echarnos la pinta y pasear a base de nuestro bajo presupuesto. Las veces que tuviste que abrazarme para que dejara de llorar y no me angustiara por mis divagaciones. Las noches en las que me rodeaste con tus brazos y te asustabas cuando iba al baño. La comida tan rica y sabrosa que preparas sin saber que estas haciendo. Hacer las cosas juntas.
Pero tú sabes que terminó esto y porqué ya no podemos seguir.
Verte me dio gusto porque te vi mejor, y sin embargo, también me dolió el corazón. Me alejo hoy porque ya no puedo más, fue mucho el daño de la última vez, donde no solo fue una pelea más sino que ésta estuvo cargada de humillación y decepción.
No he sido lo mejor, pero al menos lo intenté. Te amo muchísimo y te deseo lo mejor. Siempre estaré preocupada por ti, tu salud y tu felicidad. Espero que algún día seas feliz y que podamos dejar este daño en el pasado, aunque sé que eso no pasará en mucho tiempo. Ojalá la vida nos vuelva a juntar, si no como amantes, al menos como amigas. Pero ambas sabemos que debemos recuperarnos antes de siquiera pensar en volvernos a hablar. Sé fuerte y valiente. Tengo mucha fe en que estarás bien. Te amo muchísimo y es por esto mismo que he decidido retirarme de tu vida, por el bien de cada una, antes de que sea demasiado tarde.
