13.12.15

El hombre de la cara de niño

Permanece en silencio quien pensante se ha vuelto, escondido en remordimientos y verdades no dichas. Presume estabilidad pero es un caos interno, torbellino de emociones y misterios. Calcula sus pasos sin darse cuenta de que no avanza por analizar y al analizar pierde la oportunidad de vivir. Miedo le da pensar en el futuro porque a cualquiera le llena de incertidumbre, mal harías si no lo sintieras, pero enfrenta al demonio del pasado azotándole con la libertad del presente en la prisión enigmática del futuro. Os ruego vivíais sin dolor, puesto que éste encadena a la tortura, Prisionero de su pensamiento, escoge a la locura con anhelos de morir gritados al silencio, esperanzado a la existencia de una voz que le ayude a sentirse mejor, sólo para poder descansar una noche en paz, buscando el amanecer en la pupila que encuentra belleza a su alrededor. Sonrisas marchitas que despojan vivencias incomprendidas, traumáticas, conflictivas, suponiendo que la sonrisa no se ha roto detrás del cristal. Amante de la melodía que sigue desarrollando deseos de morir.