6.3.15

Carta a Yael (a tres días de nuestro primer año juntas)

Tal vez no lo entiendas porque aprendiste a manejar a las personas desde que eras muy pequeña. Supiste encontrarle sentido al manipuleo y a la atención. Nunca necesitaste de alguien, porque siempre tuviste a alguien a tu lado. Tú podías aburrirte y cambiar a esa persona por alguien más. Probablemente no recuerdes espacios de tiempo que hayas estado sola (puede ser porque no existieron). Siempre fuiste la prioridad de tus padres y hermanos, tal vez porque eras la más pequeña, porque andabas en tus desastres, porque fuiste liberal y anarquista, porque eres bella y simpática, porque eres caótica y violenta... Y puedo seguir en los porque's.

Pero los mortales como yo, que no gozamos de esos privilegios, sobrevivimos a la vida en una fantasía. Mala tal vez, lo admito. Muchas veces basada en historias fantásticas donde la doncella es rescatada de su prisión por un príncipe, o como el chico más intrigante, misterioso y guapo se queda con la joven rara, fea, sin virtudes, sin amigos, sin vida. Cuando eres un bicho raro de la sociedad te puedes enamorar de cualidades que no existen y la primer persona que le entregas tu corazón se llena de estas características, sin siquiera notar que es un enamoramiento de una idea contraria a la realidad. Y entonces ves el mundo con otros ojos, crees que todos son tus amigos, que las oportunidades van llegando a ti, que puedes elegir en el destino... y entonces te rompes el corazón porque al fin abres los ojos a la verdad: la irrealidad en la que vivías.

No me justifico. Fue agradable mientras duró. Fui una lectora que se enamoró de un personaje (otra vez) y creyó que la persona a su lado se había convertido en él. Te das cuenta que estás sola, que no eres "tan" simpática como te lo hicieron creer, que no eres la prioridad de nadie porque "todos" tienen asuntos que atender, que no eres "suficientemente bonita", que "ya estás grande" para arreglar tus propios problemas y "grande" para enfrentar la soledad.

Tus ilusiones se vuelven trizas. El sueño se muere. Dejas de socializar, alejas a las personas, te vuelves vulnerable y siempre llega alguien que busca aprovecharse se esta situación, te llena de expectativas, de sueños e ilusiones... y como círculo vicioso, vuelves a caer. Una y otra vez, aprendiendo un poco pero perdiendo un tanto. Siempre olvidando qué quieres por lo que deseas, cuando desear es solo falta de atención, falta de amor propio. Eventualmente llegas al punto que nada es bello, sólo mentiras y engaños, aborreces el amor y la convivencia. Solo quieres desaparecer.

Si me enamoré de ti, verdaderamente enamorada y no tan ilusionada (porque a estas alturas, las ilusiones son ideas pasadas) fue porque, sin esperarlo, llenaste esas "cualidades" que amaba de libros e historias de amor. Chocaste contra mi alma negra y le diste color. Me cambiaste las ilusiones por sueños y sueños por realidades. Eso. Eso que da miedo. Porque es aceptar que te equivocaste antes, que entregaste tu sentir a falsas ideas, que esta vez puedo morir de "amor" y no de "ilusión de amor". 

Si antes dije que amaba, tal vez amaba, pero detrás de la barrera, detrás de mis miedos, detrás de lo que aparentaba. Pero tú te metiste hasta mi ser, cambiaste mi frialdad por calidez (y un mucho de chipilez). Te necesité sin haber conocido más que tu nombre, te deseé con solo abrazarte una vez. Me hiciste sentir ansiedad, depresión, emoción, dolor y alegría al mismo tiempo, porque era angustiante la espera hasta el momento de hablarte de frente. No fui la misma desde entonces. Si antes dije que temblaba, fue más porque quería temblar. Si antes dije que me encantaba, fue porque me encantaba la idea que algún día llegase a suceder. 

Si te dije que te amo, fue porque realmente te amo, como jamás me sentí. Si te dije que te tengo miedo, es porque realmente lo tengo, no sólo de que me dañes, sino de lo real que eres ante mis fantasías pasadas. La diferencia entre mi pasado y tú, es que mi pasado eran ideas "bonitas", pero tú, tú eres real.
Sé que no es suficiente (nunca es suficiente para ti), pero si de alguna forma me puedes creer, cree en mí y en lo que soy ahora. Cree en mi amor real por ti.

Si no, no te retendré. Sé libre. Ve y busca a alguien que haya sido como tú, caótico, liberal, violento, anarquista y arrogante. Y espero que encuentres tanto amor como puedas, jamás como el que yo te tengo, pero que te dé lo que necesitas, porque todos hemos necesitado algo alguna vez. La ventaja que tienes es que en vez de imaginarlo, tú supiste sacarlo de los demás.