La carta que no se envió

Al fin llegamos a este punto. A donde querías llegar, a donde lograste que llegáramos a pesar de mis vanos intentos. Estúpida yo por creer que no alcanzaríamos este punto, donde era mas el amor que te tenia, donde era mas el amor que le tenías a tu orgullo. Ya me cansé de esforzarme a cada momento de buscar tu felicidad, tratar una y otra vez, de confiar en tus palabras, en pensar que no es mi momento de salir de tu vida aunque me tronaras los dedos, aunque trataras de asfixiarme, aunque juraras que en tus manos sería mi último aliento. Ya me cansé de aguantar todo tu mal carácter. Creo que ya pagué por mis errores y si he de morir de enfermedad o cáncer, que sea algo que me de felicidad. No se trata de vivir con miedo, con angustia, con coraje. Siempre me dijiste que yo era primero, pero primero ibas tu, tu orgullo, tu sueño, tu hambre, tu sobrino, tu ocio, las actividades de tus padres y si quedaba un poco de tiempo, sería para pelear conmigo. ¿Qué vida es esta? ¿Acaso eres feliz así? No creo. Yo no entro en tu panorama, y está bien. Nunca me necesitaste. Ni siquiera para olvidar a Daniela. Así que, te dejo libre para hacer de tu vida lo que te de tu gana. Espero que encuentres la felicidad que he buscado brindarte, espero que encuentres a alguien que funcione igual que tu, que cumpla tus expectativas, que te de lo que necesitas. Y yo creo que ya no hablaremos. Tomaré tu consejo y llamaré a la policía para que me ayude a salir. Estúpida yo por creer que jamas tendría que irme y menos de esta forma, pero tu lo has querido así. Este es el resultado de lo que te has acometido y te aplaudo porque lo lograste sin ayuda de nadie. Ojalá que Daniela sea ese amor que buscas, esa persona que te haga sentir amor, ira, tristeza pero sobretodo perdón. Perdónala y perdónate a ti y dense la oportunidad. Te deseo lo mejor. Te amé muchísimo, como nunca pensé, como jamás lo imaginé. A estas alturas es difícil creer que un día lo hice. Extraño esa sensación de que el mundo no importaba si no estabas tu. Ahora solo quiero escapar del dolor y del asco con el que me tratas. Sé que no fui la mejor persona pero lo intenté con todo mi ser, porque yo quería darte el mundo entero. Estúpida yo por creer que lo valorarías. Lo lamento muchísimo.