9.3.15

Haircut

"Cuando alguien no se gusta a sí mismo, es mejor cortarse el cabello, que cortarse el cuello".

Necesitaba un cambio. Un cambio verdadero. Al sentarme en la silla no sabía realmente que esperar. Había pasado por tantas cosas, tantas ideas, tantos momentos, tantos sentimientos. Ya no quería seguir siendo como las demás, ya no quería verme al espejo, quería hacer algo diferente, hacer algo que me naciera, algo para mí misma, ganarle a la ansiedad, mejorar mis expectativas e, inconscientemente, cambiar de actitud. Me estaba yendo al barranco.

Edgar amarró la liga y fue entonces que me di cuenta que no había formulado correctamente la pregunta, porque cuando cortó el cabello entré en shock, sabiendo que no había vuelta atrás, dejando que cayera semejante longitud, resistiendo la ansiedad de gritar y parar aquella acción. Y, sin embargo, estaba encantada. Había tanto que hacer, tantas cosas que probar, tantos atuendos nuevos dentro del mismo guardarropa, tantos lugares a donde ir, tantas nuevos sentimientos.

Cuando me levanté era otra persona. Mismo presente, nueva actitud. Sentía que me había liberado de alguien que estaba dejando que las cosas negativas sucedieran, sentía que estaba lista para empezar otra vez.