Ya no me quieres. Alguna vez me previniste de ello: Cuando no quieren que me acerque o tenerme a un lado, ya es muy difícil que vuelva a acercarme. Entra un escudo que no puedo quitar...
Me lo merezco. Soy un monstruo con apariencia de mujer. Sé que eso soy, pero nada más.
No soy mediocre ni cobarde porque me enfrentado a mis miedos con valentía. No soy poca mujer porque me entregué a ti porque mi pasado no me define. Pero sí soy orgullosa y aun así pisoteo mi persona con tal de agradar a las personas que más amo. Estúpidamente irónico. Y tampoco soy digna de amarte por no cumplir los requisitos que necesitas, simplemente porque no soy perfecta.
Soy el monstruo que duerme a tu lado, con sentimientos profundos y piel indolora. Prisionera de amarte y temerte, aferrada a una pequeña esperanza tan fantástica como irreal. Con miedo a perderte y deseos de morir.
