Anoche, mientras te observaba directamente a los ojos, le pedí al cielo serenidad para contemplarte sin moverme, fortaleza para no dejarme llevar y paz para esperar. Anoche también hice lo que nunca hago, recé por nosotras y recordé cada deseo que pido al pasar por los puentes de las vías del tren: una vida feliz a tu lado. He sido egoísta. Pedir una vida feliz a tu lado no te hará feliz, pero puedo pedir tu sonrisa y tu felicidad. Antes lo hacía pero después quise incluirme en tu felicidad y juré que daría mi vida para llenarte de alegrías, besos y caricias.
Me dí cuenta que no podré ser esa persona que te llene de alegrías, besos y caricias al no ser digna de ese privilegio. Y confieso que me sentí mal al darme cuenta, quise desistir y sucumbir a la oscuridad pero un rayito de luz me iluminó la mejilla triste y lloré.
El camino que me ha llevado a nuestro ahora comenzó con senderos poco firmes y tenía miedo de caminar sobre de ellos hasta que me armé de valor y la verdad fue mi sostén. Gracias a ello, los arboles cantaron y el viento me llevó entre flores y perfumes. Olvidé que te llevaba de las manos y viajé sin considerarte. Qué estúpida fui. Ya no fue lo mismo. Fue caminar entre pantanos y precipicios, entre agonías disfrazadas de sonrisas y dolores con apariencia de alegrías.
Anoche mientras te observaba directamente, recordé la belleza de tus ojos y la ternura de tus manos. Tu temor a tocarme el alma y yo que anhelaba que lo hicieras, la suavidad de tu piel y mi imprudencia al guiarte por el camino a mi corazón.
Escribe algo bonito, escribe algo bello.
Pienso mucho, hablo poco. Soy imprudente e impulsiva. Analizo mucho pero no pienso en los sentimientos. Tengo el autoestima baja. Soy de reacciones violentas porque me cansé que se burlaran de mí. Amo el sol porque hace sombras que escondan mis defectos. Estoy muy dañada pero no por las razones que suelen creer. Tengo sed de abrazos y caricias, pero prefiero morir antes que demostrarlo. Soy débil de corazón y fuerte para tolerar el daño. Amo mucho y perdono rápido, pero me daño para no olvidar. Tardo en elegir y actúo de inmediato. Quiero aprender y ser mejor día con día, quiero ser mejor de lo que fui ayer. Quiero morir sabiendo que hice algo bien en esta vida.
