14.10.14

Y.I. El por qué de la razón

Exprimirse. La idea principal de la historia. Entregarse, herirse, amar, llorar, reír, sanar... Y es extraño sentir todo el mismo día. Agotador. Sentarse en un rincón a respirar, porque cuesta tanto cuando te enfrentas. Sensaciones sin secuencia coherente. Emoción, felicidad, aislamiento, resignación, amor, coraje, dolor, tristeza, perdón.

La increíble verdad de como alguien te hace sentir el mundo y te destruye en el mismo segundo.

La sonrisa que ilumina mi día, las travesuras al hablar por teléfono, los ojos donde se refleja mi alma, las pláticas de horas y solo unas pocas palabras, la caricia que mi cuerpo anhela con fervor, la espera de verla llegar, el beso que clama por la paz, la alegría de su presencia, su olor que despierta mis sentidos, la tranquilidad al estar en sus brazos, su voz que enciende mi corazón, su amor inmensurable...

El dolor de sus palabras, el desconcierto al pelear, las lágrimas que no derramará por mí, las heridas que causa su mirada, la desconfianza, la sensación de que todo termina, las constantes acusaciones, la salida con la puerta cerrada, egoísmo y orgullo, la frialdad de su piel, la destrucción de mi mundo...

Exprimirse. El por qué de la razón por la que seguimos aquí.
Besarle. El por qué de la razón de vivir.
Herirse. El por qué de la razón de amarle.
Vivirle. El por qué de la razón de querer vivir.
Respirar. Porque, a pesar de todo, sigo en pie.

Respirar, respirar, respirar... al final, habrá valido la pena esperar. La felicidad de haber coincidido y lograr que la coincidencia durara para toda la vida.