Eres igual a todas las demás... En verdad pensé que eras diferente.
El corazón roto.
Y ni pienses que te dejaré salir de la habitación.
Palabras hirientes.
La fuerza para enfrentarla y salir.
La interrupción que dio la oportunidad de huir.
El arrebato.
El impulso agresivo.
Sus ojos asustados.
El dolor que transpiraba sobre mi piel.
Lo lamento. Lamento ser tan mediocre, tan igual a los demás...
Correr detrás de su coraje.
Desvanecimiento.
El miedo a perderla para siempre.
El llanto.
El dolor.
¿Por qué sigo pagando por los errores de los demás?...
Su silencio.