27.5.14

Y.I. Mi todo

Tiene ese poder sobre mí que me deja ser quién soy y necesitarla al mismo tiempo. Podría decir lo mucho que la amo pero las palabras no alcanzan. Son aquellas situaciones que malinterpretamos y que me hacen sentir el fin del mundo para después encontrarme en sus brazos y saber que aunque se acabara todo estaría bien porque estoy con ella. Es ésta la sensación que compartimos que somos la una para la otra, porque hemos estado juntas en vidas pasadas y tener esa intuición de que nos conocemos desde siempre. Es ella el amor de mi vida. 

Ayer mientras descansaba recostada sobre su pecho y mirándola a los ojos recordamos como ha sido nuestra relación, la intensidad de vernos porque se nos había hecho una adicción de la que no estábamos conscientes, la necesidad de estar cerca de ella, el primer beso, las escapadas y las mentiras piadosas para estar juntas, los conflictos, y ahora la vida que estamos haciendo juntas. Sólo falta que me mude con ella (para lo cual no falta mucho).

Es mi alma gemela. Como si nos hubiéramos buscado toda la vida y al fin nos encontramos. Nos han pasado cosas terribles a cada una por nuestra cuenta y nos hemos criado de formas parecidas, hemos tenido nuestros vicios y pasado nuestras peores épocas, pero ya nada importa porque me encontró o la encontré y no pienso alejarme de ella. La buscaba sin darme cuenta que lo hacía pero al fin e inexplicable se cruzó en mi camino y en sus ojos me perdí. Me encanta su sonrisa, sus ojos, la forma en que me ve y suspira, cómo me abraza, cómo me besa y cómo cruza sus manos para no dejarme ir. Aún no creo que ella quiera quedarse conmigo toda la vida, pero cuando lo dice mi corazón late más rápido. Ella se ha convertido en todo lo que le pudiera pedir a la vida para ser feliz.