7.3.14

Y.I. Cuarta parte

Me duele el estómago. Ella dice que son mariposas. Tal vez lo sean. Tengo nervios todo el tiempo y todo lo malo que puede suceder, todas esas malas vibras con las que a veces me cargo desaparecen cuando ella está a mi lado. Siento paz y tranquilidad, me siento considerada, protegida, acogida, querida. Le digo que no tenga miedo, que no se esconda, que estoy con ella y lo demás no importa, pero creo que la que se esconde es otra. Anoche cenamos con amigos, me dio un beso en el cachete y me tomó de la mano casi todo el tiempo y me sentí feliz y contenta. Cuando me dice que me quiere abrazar y besar en público tengo sentimientos encontrados: me encanta la idea de poder ser quienes somos y me preocupa cambiar. Aunque sé quien soy y sé que mis preferencias no cambiarán, es ella tan especial que merece cada esfuerzo para verla, el lugar y respeto que le debo, y el amor incondicional que puedo ofrecerle. "No es porque ella sea una chica, sino que lo es por casualidad".