Me gusta caminar tomada de su mano, aunque sean pocos metros. El problema es que mi instinto de valemadrismo me gana sobre la realidad en la que vivimos: no puedo decirle al mundo lo grandiosa que es porque ella misma no quiere decírselo y no por temor sino porque así ha sido su vida durante mucho tiempo. Me conflictua tener que esconder todo lo que esto conlleva. La realidad es que me estoy enamorando a un nivel que no me había pasado antes, porque aunque sé que es linda y hermosa, no es eso lo que me lleva a estar a su lado, va más allá del físico y de la personalidad. Metafísico.