El nudo en la garganta detiene la sarta de groserías que podría decirle porque se lo merece. Cada uno de ellos. Creen poder jugar con los sentimientos de cada persona que se cruza en su camino sabiendo que es más el miedo que le tienen de aquella que quiere tocarles el alma, y cobardía sobrada para darse cuenta de lo imbéciles que pueden llegar a ser.