12.9.13

Tercer viaje 2013

El sol acaba de salir después de varios días tortuosos donde los cúmulos en el cielo nublaron mi estabilidad emocional. Mientras me asomo por la ventana, cepillando mis cabellos mojados sobre mi cuerpo desnudo, ignorando si algunos piensan si es exhibicionismo, hago una reflexión personal. Quien viera que lo disfrute o lo olvide, al fin que no volveremos a coincidir en esta vida. Volver a coincidir.

Esta ciudad me da mucho que pensar. La gente en el metro o duerme o piensa, yo por ejemplo pienso y duermo o duermo y pienso, lo cual es peor. Quisiera decir que me encanta la ciudad, como en otros tiempos lo recalqué, pero me doy cuenta que me gustaba por la compañía que compartía, aquella que se perdió hace varios meses. Mientras el metro se llena y se vacía de personas le doy un lento sentido fúnebre a su despedida, cerrando un ciclo para empezar de nuevo, sin él o con él, pero empezar de nuevo. Me llena la incertidumbre de lo que sería una vida en playa, completamente partiendo de cero, lo que impide mis noches tranquilas al despertarme a las 3:17 o 3:27 am sin aparente motivo alguno, pensando y divagando en lo que regresa el sueño, una pesadilla que no me deja en paz.

Me da gusto decir que me la he pasado bien en compañía de Luis Carlos, quien me ha consentido mucho. La alegría de abrazar a Eduardo y Frank, como si nuestra aventura de hace 6 años continuara sin interrupción alguna y verlos más grandes y maduros pero con la simpleza de la capital que no cualquiera puede mantener. Como Fran, y darnos cuenta que una simple amistad de adolescentes se vuelve más fuerte con el paso de 8 años entre llamadas, correos y mensajes, así como si nada. Aún me falta ver a Carina y abrazarla hasta que deje de respirar.

La verdad extraño al Raúl de antes. Sé que queda tiempo para ver si aún es rescatable la amistad que teníamos, mi compinche de travesuras, si no para ir despidiéndome de la grandiosa persona que aun habita en mis recuerdos.

Cierro la cortina cuando las nubes vuelven a cubrir el cielo. Lista para redescubrirme una vez más.