¡¡Infiernos!! Eso es lo que es. La presión y emoción de acabar un ciclo, de seguir adelante, y saber que la vida continúa en libre albedrío. Caminé por los pasillos de la universidad, divagando en los momentos que pasé ahí, yo que tanto quiero irme, y sin embargo hay una reminiscencia de aprecio de lo que ha sido una etapa de mi vida. Veía los jardines, los pasillos, sin alumnos y sin maestros, la tranquilidad que a veces sentía, la soledad agradable de saberme diferente que impidió una rutina superficial que solía ser amarga pero al menos no era vana y vacía.
Pero ella... en ella también estaba pensando. Nos conocemos desde toda la vida, pero nunca le había dado tanta importancia. Me empecé a fijar en ella. Es de esas personas que caminan despacio, como si fuera bebé aprendiendo a caminar, siempre va imaginando cosas, mueve sus manos al hablar y sonríe casi todo el tiempo. Me di cuenta que me gusta su sonrisa, porque cuando sonríe sus ojos brillan, aunque no le gusta que la vea. Es bella, tiene rasgos físicos bonitos y puedo entender porque no se gusta así misma, porque a pesar de las consecuencias de la vida, puedo ver su belleza a través de las cicatrices. Tiene gustos como los míos y la admiro porque ella no detiene su sueño de la música, a veces me sorprende de todo lo que puede hacer. Le gusta estar con personas diferentes, tal vez por ello no se ha aburrido de mí. Me gusta cuando observa a las personas, en su mirada no hay perversión ni morbo sino todo lo contrario, está admirando los rasgos particulares, los gustos de moda, los colores y sobretodo la belleza interior. Hace poco salí a bailar con ella. ¡¡Wow!! Me dejó sin palabras. No podía quitarle los ojos de encima. A ella no le importa lo que las demás personas piensen o digan, pero cuida su persona para evitar mal interpretaciones. No le tiene miedo a nada. No miente, no engaña, es sincera hasta los pies. A veces creo que nos parecemos mucho. Pero la verdad... me gusta mucho. Le entregaría mi vida, pero no se atreve a querer a cualquiera. A veces creo que tiene miedo o simplemente no le interesa mucho. Es de esas personas que hay que conservar porque siempre está viendo lo mejor de ti. Me encanta.