22.2.13

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"Aberración" fue la palabra que utilizó para referirse a mi. Hizo un hueco en mi interior, un agujero invisible en el pecho que dolía al respirar, que me mantenía sumergida en un profundo mar de amargura y tristeza. En los momentos mas desoladores me cuestionaba por qué el impedimento más grande se encuentra en nuestras mentes en base al criterio de alguien más. La constante preocupación de lo que pensarán los demás acerca de nosotros me parece absurda, estúpida y aberrante. Sin embargo, no se si fue resignación o puesto en estado latente, y aunque el dolor aun no desaparece, me propuse seguir y esperar a que la Ley de la Atracción esté a mi favor y permitirle al tiempo enseñarme que es lo mejor para mi.

Cuando se apareció a mi puerta, la reacción fue la misma de siempre: una sonrisa, una alegría verlo, la sensación de que no ha pasado el tiempo, el pensamiento redundante del reclamo sobre el olvido que después fue aparcado para darle espacio a la felicidad, el disfrute de que estemos reunidos en ese momento. Daniel sonreía con un dejo de tristeza casi imperceptible que noté al principio de nuestra conversación mientras jugaba con su pequeña hija, Ximena. Consideré que despedirse era difícil para algunas personas pero mi estómago se comprimió cuando empezamos a hablar de morir joven y ser leyenda inmortal. Nunca esperé que sucediera algo así y, sobretodo, que no tengo permitido decírselo a alguien mas. La esclerosis múltiple, como bien sabes, es un proceso degenerativo... Quien sabe, tal vez sean mucho o pocos años, me dijo. Daniel volvía su mirada constantemente a Ximena. No esta permitido llorar, incluso después de que se fue y entré a la casa, porque la esperanza dice que esto tardará muchos años antes de que los efectos negativos sean visibles.

Cuando me acerqué, sus mejillas se sonrojaron y me regaló una sonrisa que alegró el corazón. Recordando que mi madre me consideraba valiente por haberle preguntado su nombre. La sorpresa de encontrarle y saludarle me dio los ánimos que necesito en estos momentos. Es ahora cuando más debo ser fuerte, vienen días amargos, para tomar decisiones y dejar ir lo que no podemos tener.