10.12.12

Sin alarma, por favor.

Estaba emocionada. Lamentablemente tenia el boleto de menor valor, así que me encontraba lejos del escenario. Pero eso no importaba, me movía lo que sentía en ese momento. Me acerqué al área donde los boletos estaban un poco mas caros al mío y me senté simulando que era parte del lugar. A nadie le importó, sobre todo porque había lugares vacíos. Y salió él al escenario. Estaba en shock, sentía que podía tocarlo en cualquier momento y cuando acabó su canción sentí necesidad de ir a buscarlo. Así que me moví a otra área. Los asientos eran acolchonados, de cuero negro, y las personas vestían formal, las cuales aparentemente no notaron mi presencia. Y lo vi caminar por esa área. El encuentro no lo recuerdo bien pero platicábamos como si nos conociéramos de toda la vida. Me gustaría que fueses mi novia. Mi emoción se desbordaba. ¿Y por qué no?, le pregunté. Porque al igual que tu, yo también tengo pareja. No me importó nada y me acerqué al el con deliberada precisión. No lo hagas, susurró pero no se movió. Y como una niña pequeña, le dí un beso en los labios, rápido y sin mucho esfuerzo, sólo un pequeño beso. Se quedó pensando un momento, se sentó a mi lado y seguimos platicando. Entonces empezaba su número y ambos tomamos caminos diferentes, él para aparecer en el escenario y yo para tomar un lugar en donde pudiera verlo. Terminó su canción y hubo un receso. Los artistas salieron a saludar al público y la principal me vio diferente, algo me había dicho, pero con el ruido no la escuché. Iba a buscarlo. En un espacio de luz clara nos encontramos y continuamos nuestra platica. Quisiera que te quedaras conmigo, me dijo. Te regalaré una canción, grabaré una canción para ti. Y sus facciones cambiaron, un tanto como desagrado, un tanto de confusión. Será un regalo y tu cantarás conmigo y ni cuenta te vas a dar. Le dije.

Y entonces, sonó la alarma del despertador. Justo en el momento en que tenia tantas ganas de conocerlo mejor.