Escribí esto en una página en la que me dieron oportunidad de escribir.
"Este es el lugar reservado que tengo para ti, para cuando gustes acompañarme en esta aventura llamada vida. Y espero que tu también tengas un lugar reservado para mi.
Pero solo con una condición:
No detengas tu vida en busca de alguien que llene ese vacío o esa idealización que a veces solemos crear en nuestras mentes. Sigue el camino de la vida y acoge a esa persona que te hace sonreír aun en la tormenta, aquella que te hace sentir bien en el malestar, aquella que te hace volar aun cuando seguimos de pie.
Llegado el momento, espero ocupar tu espacio reservado, y si no, me alegraré (en verdad) de que hayas encontrado a esa persona especial".
Pensé en escribir una despedida, pero a la vez me sentí motivada a mandar un mensaje de comprensión. A veces creo que he pasado buenos momentos estando triste que no me doy cuenta de la grandeza y sabiduría con que han llenado mi existir. Que magnífica experiencia de haber contribuido a la página de Letras Voladoras.