4.1.19

La traición

Chuy me puso el cuerno.

Se fue a la capital a surtir mercancía para nuestro local. Todo parecía estar bien. Yo ya lo extrañaba.
Pero dejó su cuenta abierta en la computadora y llegó una notificación de una foto suya. Me dió curiosidad saber si tenía más de él (verlo siempre me llenaba el estómago de mariposas). Había fotos de motos, de su bebé, nosotros... y un vídeo. Darle play fue lo peor que pude haber hecho.
La persona que aparecía no era yo. El otro era claro que se trataba de Chuy, su reloj, su mano, su cuerpo. Pero mas perturbador y chocante fue el edredón que mi madre nos había prestado y mis converse a un lado. Creí que me iba a morir.
Le llamé a Chuy y escucharlo aceptar el hecho me rompió más. Como si aún quedara cosas por romper.

El vídeo lo había grabado Chuy, estando bien nosotros, viviendo juntos, meses atrás. ¿Dónde estaba yo? ¿Por qué a mí? Si yo le daba todo. Todo. ¿Qué estaba mal en mí? ¿Qué hice tan malo para que el karma, destino, dios, lo que sea me tratara así? Perder a mi padre no era suficiente, aún faltaba mas dolor por vivir y pronto, antes de que me acostumbrara a la "felicidad" que sentía de vivir con Chuy.

Chuy era mi todo.