5.12.18

Pasa en la vida, pasa en las películas, pasa en TNT

- Hola, ¿qué andas buscando?
- No, nada. Sólo observaba.
- ¿Te puedo ofrecer algo en particular?

Era una chava delgada, chaparrita, de cabello chino. Parecía que iba a llorar.

- ¿Qué tienes? ¿Estás bien?
- No es prudente que lo hable contigo.
- Pues yo no te conozco y no es como que lo vaya a difundir en la plaza.
- Chuy me dijo que no hablara contigo.

Me puse en estado de alerta. Esto no era normal.

- ¿Ustedes tuvieron algo?
- Por así decirlo, si.
- Pues lo pasado, ya es pasado.

Se me ocurrió que tal vez era una novia o algo de una noche, años atrás.

- Es que yo trabajaba aquí. De hecho, tú exijiste que me corriera.

Entonces recordé que mientras estuve visitando a mi hermana Chuy había contratado a una chava para que le ayudara. Trabajó solamente dos días, y no había pedido que la corrieran, pero a mi regreso ya no era necesaria y no estábamos para tener empleados.

- Entonces, ¿qué fue lo que pasó?

Yo ya estaba completamente seria. Mis manos empezaron a temblar.

- No soy quien para decírtelo, no quiero problemas.
- ¿Qué pasó?
- Chuy no debe de verme. No quería que hablara contigo o que te conociera.
- Dime qué pasó.
- Juro que yo no sabía. Chuy me dijo que era soltero.
- ¡¿Qué pasó?!

Empecé a sentir que la sangre se iba a mis pies lentamente y me invadía el frío. El temblor de mis manos se pasó a todo mi cuerpo.

- Pues, si ves mis brazos te podrás imaginar... - Se arremangó y pude ver los curitas redondos que te ponen después de hacerte análisis de sangre. - ... Chuy sabía que si daba positivo vendría a reclamarle y tú te tendrías que enterar.

Sacó un sobre, con el membrete de Cruz Roja. Cruzaron imágenes en mi cabeza de Chuy y ella juntos. Creo que dejé de respirar.

- Afortunadamente dió negativo... En fin, yo no quería ocasionar un problema, porque sé que esto se lo vas a reclamar en la cara. 
- ...
- Debo irme antes de que llegue Chuy.

Me quedé viendo a la nada durante un minuto que me pareció una eternidad. Tenía que salir. Me sentía traicionada, engañada, sola. Caminé buscando consuelo, que alguien me dijera que todo era una mentira.
Regresé sobre mis pasos, ella estaba recargada en el local de al lado y Chuy en el nuestro, sin inmutarse, como si nada hubiese ocurrido.

Me senté a su lado. Quería golpearlo, pero quería una explicación. ¿Por qué? Acabábamos de estar con mi familia, habíamos pasado una semana increíble. Empezaba a sentir que Chuy se entregaba sin miedo a mí, a mi corazón.

- ¿Por qué te acostaste con ella?

Chuy se quedó pasmado.

- ¿De qué hablas?
- ¡De ella, la que está aquí al lado! - Traté de no gritar. - Por eso me avisaste hasta el último día... ¿Por qué lo hiciste? 

De mis ojos brotaron lágrimas que no quería salir. Pero Chuy tomó mi cara en sus manos y me aseguró que jamás se metería con alguien. Yo era todo lo que él quería.
Yo aún no dejaba de temblar.

Mientras yo le preguntaba a Chuy, la chava ya le había dicho a Daniel que se había metido con Chuy y ahora estaba nerviosa porque aún no tenía el resultado de la prueba.

"Yo pensé que esto solo ocurría en las películas". Sam, Daniel y Chuy pensaron lo mismo, incluso yo lo pensé.