Deja vú es verte recargado en mi hombro de esa manera, es preguntarte si seríamos amigos de no ser lo que hemos vivído y recordar
(o imaginar) que estábamos sentados en una barda una noche, tú a mi izquierda, tu cabello más corto y el mío más largo y oscuro, y preguntarte lo mismo. O la caja donde guardé el cambio de un billete de una clienta.