15.3.16

Alberto II

Angie, ¿por donde empezar esto?

Sé que esta no es la mejor manera de decir como me siento, pero si hablo esto en persona probablemente me suelte llorando y no quiero ser una molestia aunque sé que no lo sería.

En el momento en el que dijiste que querías renunciar quería soltarme en lágrimas, no puedo ni siquiera imaginarme como sería mi y nuestra (hablando por todos tus alumnos, porque aseguro que aunque no lo digan ni yo lo diga mucho, todos te queremos más que a nada) vida sin ti, aunque suene muy cheese. Me puse mal cuando dijiste eso porque, osea, ¡¿cómo siquiera puedes pensar en renuncias?! Esta bien y entiendo que sea difícil porque a veces no te escuchamos pero no creo que nadie lo haga con mala intención. Sí esta mal que no te escuchen pero no puedes hacernos esto.

Yo no fui de viaje por ti, porque esto es más que un compromiso: es algo que amo hacer, no hago mis tareas por ir ahí y por poder pasar al menos un momento de mi día con todos ustedes, contigo, con Lino y con todos los alumnos. Todos se hacen más que especiales y en serio ya mi mundo no estaría completo sin ti y sin Lino, más que con nadie más. Ustedes son más que especiales, no solo para mí, sino para nosotros. Nuestro futuro como músicos y como personas está en sus manos y yo no lo dejaría en manos de nadie más.

A lo que quiero llegar con todo esto es que por cada razón que haya para no hacer lo que amas, siempre habrá mil razones por las cuales hacerlo y la principal es porque te hace feliz y te juro que nos haces felices a nosotros también.

No lo sé pero tal vez el tiempo ayude a resolver el problema, también le pediré su opinión y consejo a mis maestros, los que yo sé que pueden ayudar y que en serio enseñan y son maestros porque lo aman.

Sólo te pido que por favor no lo hagas, no renuncies. Eres más que especial al menos para mí, me has enseñado miles de cosas que no hubiera aprendido con nadie más y es que en serio son personas invaluables. Significan el mundo para mí y para nosotros (hablo por los demás porque estoy seguro de ello).

Por favor quédate con nosotros, hablando por todos tus alumnos. Y hablando por mí, eres más que especial para mí, te adoro y no quiero que te vayas, no podría vivir así. Aunque pueda sonar algo dramático, no puedo ser más honesto.

Los amodoramos.

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No pude tomarme el tiempo suficiente para decirlo como es y como lo siento. Espero no te moleste tanto mensaje. No dejes que un mal momento que pudiste haber pasado hoy u otros días, arruine el resto de los buenos momentos. 

Al decirte yo lo del viaje, luego luego me dijiste "no te vas a ir", así te lo digo yo ahora: no te vas a ir. Intentaré darte todas las razones que pueda para que no lo hagas, pero me atrevo a decir que no voy a dejarlos ir, incluso si eso implica colgarme de sus pies hasta que no se vayan. 

En serio, sin ustedes, Amadeus ya no tendría sentido. Dices que hay más maestros que nos pueden enseñar, pero ustedes son los que hacen que Amadeus sea el lugar que es. Son más apreciados en todas nuestras vidas.