12.5.15

Día 1: Después de la cirugía

La segunda cirugía fue impresionante. Sarai me dejó ver todo el proceso. Aun sigo preocupada, aunque no haya nada que pueda hacer más que recuperarme.
La primer cirugía fue mejor en definitiva: tenía una bata con dibujos de trenesitos y el doctor había dicho que tenía que soplar hasta desvanecer, después de despertar hubo muchos abrazos y me llenaron de buenos deseos, gratas compañías y muchos besos. Ahora la bata era azul, cuando aplicaron la anestesia no debía moverme, se me durmieron las piernas y los pies, estuve consciente, y al salir mis padres hablaron por teléfono con Sarai y me desearon una buena recuperación sin complicaciones, mi hermana (que no me habla) me regañó y mi novia se peleó conmigo.

"Todo llega, todo pasa, todo cambia". Cuando más deprimida me siento, pienso que lo mejor era dejar que me matara, y así todos lo justificarían como castigo divino. Igual las cosas no cambian o solo se vuelven más duras.