Soy la mancha en el sillón, la que nadie quiere ver, la que nadie se explica cómo apareció, en el lugar en el que nadie se quiere sentar, la mancha que tienen que soportar, el asco con el que tienen que vivir. A veces nadie se acuerda, temporalmente piensan como quitarme, otras veces creen que se ve bien, la mayoría del tiempo me sacan la vuelta. Frecuentemente estoy determinada a desaparecer pero no me dejan, soy el recuerdo de lo que no se debe hacer, la causa de discusiones, el reclamo diario, el error de todos. No tengo rumbo ni destino, solo el momento en espera de desaparecer con el tiempo, en el olvido y en el silencio, siendo apoyo para otros mas, o la muerte inminente de la desesperacion, frustración, coraje y decepción de quien dicte mi porvenir. Quisiera ser un elemento esencial del sillón para que me apreciaran y mi existencia tuviera un sentido y un propósito. Quisiera ser útil, una muestra del buen trabajo, alguien que valiera la pena, y no esta suciedad impuesta en el sillón de alguien más.
Solo un poco depresiva. "No se puede ser todo, tenías que pagar con algo". Soy un foco de infección, asquerosa y sucia inmunda.