No estaba preparada para dejarla, simplemente no quería separarme de su lado. En este viaje ella debía venir conmigo, ya lo habíamos acordado, y sin embargo, todo estaba puesto para que se quedara y esas piezas encajaran para mejorar su futuro académico. Pero fui egoísta y me sentí sola sin ella.
Regresar con Marce fue relajante porque la extrañaba, quería verla y sonreírle como si todos los días nos viéramos; pero también fue mucha la ansiedad de querer regresar con Elise y besarla. Tenía la sensación de que cada viaje, cada despedida aunque fuese muy corta, me alejaba de ella y el temor de verla partir estaba en su mayor momento. Pensar que podría ser víctima de un engaño me llenó de amargura justo un día antes de partir. Pésima idea.
Extrañaba a Elise. Cada paseo imaginaba su presencia a mi lado y me encontré sonriendole a su recuerdo. Así pasaron los días. Una ansiedad cada noche para soñar con sus ojos en los míos y su sonrisa deseándome una noche junto a ella.
Marce se presentó tan bella y talentosa como es en el Teatro Principal, con mi madre y yo como sus fans #1 haciendo fila con una hora de anticipación y sorprendiéndonos del guión y de su interpretación. Me emociona verla y orgullecerme de sus logros. Justo en el momento de despedirme de mi hermana, entendí lo mucho que estaba disfrutando de su compañía y que Elise podría esperar un día más, aunque la idea sólo fuese una petición vana del momento.