27.6.14

Tercer viaje 2014

Imprevisto y sin avisar, un día trabajaba como cualquiera y al siguiente viajábamos a ver a su hermana en la frontera. Elise parecía tranquila, pero en mis adentros creía que Sarahí me apuñalaría en la noche dado que no está muy de acuerdo con nuestra relación. Pero sucedió todo lo contrario: fue muy amable y sincera conmigo, como si no hubiese habido un malentendido previo, y José (su prometido) nos ayudó a llevar las cosas en paz.

Lo más grandioso era dormir con Elise. A la luz de la luna, sus cabellos parecen arreglados y su sonrisa ilumina mi noche. Me da un beso de 'buenas noches' en los labios, me abraza fuerte y me susurra al oído "buenas noches mi amor". Me estremezco. Es el tenue roce de su piel que me hace el amor con una suave caricia, sus labios diciendo palabras que aún no llego a creer y el sueño de pasar una vida junto a ella, tan irreal y tan real a la vez, como una historia contada a mi misma donde la receptora no llega a visualizarlo, y yo... caminando en la calle, sorprendida por ese beso apasionado arrebatado en medio del supermercado, por su sonrisa al tomar mi mano cuando solo habían pasado algunos minutos de habernos separado, y las bromas que sólo ella y yo entendemos.

Regresamos a tiempo para atender una situación imprevista y sólo para darnos cuenta que el tiempo no fue suficiente para disfrutarnos, deseando repetir la experiencia muchísimas veces más.