23.6.13

Personal

No hemos estado muy bien, ambas lo sabemos. Las cosas que conocíamos antes han cambiado lo suficiente para no reconocerlas ahora, las personas que apreciábamos se han ido, los amigos que teníamos han pasado a ser simples conocidos y estás redescubriendo el mundo una vez más. Los valores que respetábamos ahora se han vuelto normas familiares pasadas, la atención que tenías a la vida se ha desvanecido en los recuerdos y tu piel se ha marchitado. Eres aquella mujer que camina despacio, meditando, analizando, observando... y dejaste atrás la sonrisa que despertaba interés. Eres quién tiene miedo a enamorarse pero sigues buscando el amor en donde no existe y no debería. Buscas desesperadamente el abrazo que reconforte un dolor pasado y te encuentras constantemente frente a la tragedia y la decepción. Entonces, ¿por qué permites que todo siga igual? Entendiste al fin la verdad del error y enmendaste una parte de la razón y la otra sigue a la deriva. Es momento de seguir. Pensaba que tendrías poco tiempo así, y la verdad es que no te has repuesto en bastantes años. Es tiempo de volver a tomar la escalera que sube al cielo y no tiene final, cuando a lo lejos el final es solo unos cuantos escalones arriba. Olvídate de todo, como lo hiciste hace tiempo. Estás tan cerca de lograrlo. Antes de perder el camino, aprovecha los últimos minutos que quedan.