A Gustavo (segundo día)

Tengo dos noches que te grito en sueños porque me gustaría saber que te volveré a ver. Es que aun no puedo aceptarlo. No puedo y no quiero. Hoy me pareció verte en la escuela, como si fueras un recuerdo vago de la secundaria y me falto el valor para salir corriendo para verte de cerca. Simplemente me quede sentada en la banca, observando. No quiero comer ni reír porque tu no lo harás conmigo. Desearía haber pasado mas tiempo contigo para platicarte las cosas que nunca te dije. Siempre aplazando, siempre omitiendo. Te juro que si pudiera hablarte y tocarte, de nuevo lo haría, si pudiera regresar el tiempo lo haría y te abrazaría tan fuerte que no tendrías que ir en carretera, no tendrías que irte jamás.