"Dios me dio esta voz para cantar" se encontraba escrito a la mitad en un cuaderno de una niña de 5 años. La letra, mal hecha, era apenas legible y se encontraba entre dibujos mal hechos y círculos de colores, pero me sorprendió mucho. Y mucho es quedarse corto.
Cada vez que una ardiente motivación recorre mi cuerpo, recuerdo esa frase. Porque ese cuaderno era mio.
No recuerdo haberlo escrito. Recuerdo las planas en las hojas anteriores en donde mi nombre aparecía innumerables veces tratando de que cada vez la letra fuera mas bonita porque siempre me ha gustado hacerlo bien desde el principio. Hacerlo mas que bien, me repito constantemente.
Tal vez no tenga la mejor voz, tal vez no sea lo suficientemente bonita y tal vez sea una mala actriz, pero mi deseo de triunfar es infinito. Es demostrarme a mi misma que lo voy a lograr cueste lo que cueste, sin temor y con gran valentía y que un día esas ganas de llegar a la meta no sean simplemente ganas sino un sueño hecho realidad.
Porque lo voy a lograr.
