Estaba ahí sentada, sin nada que pensar, viendo como el reloj caminaba rumbo a la primera hora de la madrugada, pero yo no podía dormir. Estaba muy cansada pero se iba el tiempo y no podía conciliar el sueño. Vagaba en el Internet, entre paginas de música y series en linea.
Y de repente, llego un correo. Uno inesperado. Uno que no conocía al remitente.
Lo abrí mas por la curiosidad y sin emoción alguna, hasta que vi la imagen. Aquellos ojos que jamas olvidaría que me congelaron en el instante en que nuestras miradas se cruzaron, hacia mucho tiempo ya.
Nunca supe como se llamaba, ni intente buscarlo. Era mas una fantasía propia de una adolescente, aunque ya no lo era. Cada vez que pasaba frente a mi, mi mundo se detenía para ver sus ojos, para esperar que girara a verme y tal vez esbozar una sonrisa, pero no ocurría.
Sucedió que tiempo después del primer encuentro, al caminar por la escuela, sentí que alguien me observaba, pero con tanta gente iba a ser complicado descubrir quien era. Simplemente voltee a otro lado, como quien no quiere hacerlo, y enseguida sus ojos toparon con los míos Y no aparto la vista. Sentí que un calor invadía mi cuerpo, mi cara, mis manos. Quería esconderme. Seguí mi camino, tratando de ignorar el sentimiento de que aun me observaba, y no resistí y volví la mirada a donde el estaba. El seguía ahí pero no había expresión en su cara, solo me seguía con los ojos. Quise sonreír mostrar un poco de empatía pero me sentí ridícula y seguí caminando. Y con todas mis fuerzas, no volví atrás.
Ahora había un correo de el. ¿Como me encontró ¿Como supo quien era yo? No lo sabre. Y me limite a responderle con un "Hola". Aunque era seco e insensible, le agradecía que esta primera conversación se estuviera dando en linea, así podría guardarme mis expresiones y el enrojecimiento de mis mejillas para otro momento.
Pregunto si podíamos vernos. Entonces, me estremecí y la emoción recorrió todo mi cuerpo.
