13.9.12

Peter Pan

Si la historia de Peter Pan se tratara de una niña que no quería crecer, esa seria mi historia, solo que aun no ha comenzado. No es que no quiera ser un adulto o seguir siendo una infante, sino que siento que la etapa adulta me alcanza sin saberlo.

Siempre pensé que seriamos amigos toda la vida (y lo seguimos siendo a pesar de las dificultades) y cuando era mas joven imagine que en algún momento seriamos independientes y saldríamos a bares o a fumar en la banqueta, como personas grandes que seriamos, pero no recuerdo cuando nos saltamos esa etapa. Lo llegamos a hacer unas cuantas veces en los últimos años, porque nuestros horarios eran incompatibles. Y cuando menos lo espero, me encuentro sentada frente a tres personas:
Daniel A. esta alto como siempre y ha subido un poco de peso, y en su regazo se encuentra una bella niña de dos años quien le cuenta historias de lobos y princesas. En medio se encuentra Sol, hermosa como siempre y un poco cachetona, quien me toma de la mano para tocar su abdomen, el que resguarda un bebe de 4 meses de gestación  Y al final del sofá  se encuentra Daniel E. quien también carga con unos kilos de mas y me hace reír con las tonterías que dice.

Todos eramos delgados cuando nos conocimos, hace mas de 10 años, y mientras mas observo, mas me doy cuenta que casi no tenemos cosas en común, pero seguimos siendo tan unidos como cuando cursábamos la secundaria, cada quien en distinta escuela. Probablemente esa lejanía nos hizo tan grandes amigos, con los que yo pudiera contar en cualquier momento, a cualquier hora, en cualquier lugar.

Hemos pasado tantas cosas juntos, somos 4 tontos inseparables que no saben que hacer con su vida. Y los amo inmensamente, aunque me es muy difícil demostrarlo. No estoy muy de acuerdo en que situaciones nos encontramos cada uno, pero si en algún momento hubiese tenido la oportunidad de llevarlos a Nunca Jamas lo haría, para poder disfrutar eternamente de la juventud y la amistad.